1) Demanda real (no intención, no aplausos: DEMANDA)

Una cosa es que la gente diga “qué buena idea” y otra totalmente distinta es que saquen la billetera.

Para validar demanda real tenés que responder:

• ¿Quién tiene este problema hoy?
  

• ¿Cuánto duele ese problema?
  

• ¿Qué está pagando actualmente por resolverlo?
  

• ¿Tu solución es más rápida, más económica o más efectiva?
  

👉 Si nadie está pagando por resolver ese problema hoy, es posible que no exista un mercado real.

2) Propuesta de valor diferenciada (por qué vos y no otro)

Una idea viable necesita una ventaja competitiva clara.

Preguntate:

• ¿Qué resuelve tu producto que los demás no están resolviendo?
  

• ¿Qué haces diferente que no sea solo “precio más bajo”?
  

• ¿Qué resultado concreto puede esperar el cliente?
  

Tu propuesta de valor debe poder expresarse en una frase:

👉 “Ayudo a X a lograr Y mediante Z.”

Si no podés explicarlo de forma simple, el cliente no lo va a entender… y si no lo entiende, no compra.

3) Estructura de costos y rentabilidad (el punto ciego de los emprendedores)

La mayoría de las ideas mueren no por falta de ventas, sino por no saber los números.

Antes de invertir necesitás tener claro:

• tus costos fijos.
  

• tus costos variables.
  

• tu punto de equilibrio.
  

• tu margen de contribución.
  

• tu precio mínimo rentable.
  

Si el margen es muy bajo o el punto de equilibrio es demasiado alto, la idea no es viable… aunque sea brillante.

👉 Una idea rentable > una idea creativa.

4) Capacidad de ejecución (equipo, tiempo, habilidades y recursos)

Preguntate:

• ¿Tengo las habilidades necesarias?
  

• ¿Tengo el tiempo para ejecutarlo?
  

• ¿Necesito socios, equipo o proveedores?
  

• ¿Qué me falta hoy para poder arrancar?
  

Muchos emprendedores tienen buenas ideas pero no tienen estructura.

Si el proyecto depende de habilidades que no tenés (o que te demandarían años) la viabilidad baja automáticamente.

👉 La ejecución siempre vale más que la idea.

5) Timing y contexto (la variable invisible que define todo)

Una idea puede ser extraordinaria, pero mala en el momento incorrecto.

El timing define si vas a crecer rápido o remar en dulce de leche.

Evaluá:

• tendencias del mercado.
  

• madurez digital.
  

• poder adquisitivo de tu público.
  

• regulaciones.
  

• competencia.
  

• barreras de entrada.
  

Preguntate:

👉 ¿Por qué este es el momento correcto para lanzar esta idea?

Si no encontrás una respuesta sólida, tal vez no sea el momento.

Conclusión

La viabilidad de una idea no depende de intuición, motivación o entusiasmo.

Depende de datos, estructura, análisis y capacidad real de ejecución.

Si tu idea pasa estas 5 variables:

✔️ Demanda real

✔️ Propuesta de valor diferenciada

✔️ Rentabilidad

✔️ Capacidad de ejecución

✔️ Buen timing

Entonces no tenés una idea:

👉 tenés un negocio potencial listo para transformar tu vida y tus resultados.