ROE: El indicador que nadie mira y define si tu empresa realmente vale la pena

¿Tu negocio realmente genera valor… o solo te da trabajo?

El ROE (Return on Equity, o Retorno sobre el Patrimonio) es uno de los indicadores más ignorados por emprendedores y dueños de pymes. Sin embargo, es clave para saber si tu empresa está siendo rentable para vos, no solo para la operación.

Podés vender, crecer y facturar… pero si el retorno sobre tu capital es menor al que conseguirías afuera, tu negocio no está generando valor.

En este artículo te explico qué es el ROE, cómo se calcula y cuáles son los errores más comunes al interpretarlo.

Qué es el ROE y para qué sirve

El ROE mide la rentabilidad que obtiene una empresa sobre el capital aportado por sus dueños.

En otras palabras, por cada peso que vos o tus socios invirtieron, cuánto ganaron. Mientras otros indicadores muestran si la empresa funciona, el ROE revela si vale la pena seguir siendo dueño.

Sirve para:

• Evaluar si el negocio está generando valor económico.

• Comparar el rendimiento de tu empresa con alternativas de inversión.

• Medir el impacto de la gestión y de la estrategia financiera.

• Identificar si estás creciendo de manera sana o solo “agrandando la estructura”.

Cómo calcular el ROE (fórmula + ejemplo simple)

La fórmula es directa: ROE = Utilidad Neta / Patrimonio Neto

Ejemplo:

• Invertiste $100.000 en tu negocio.

• Este año obtuviste $20.000 de utilidad neta.

ROE = 20.000 / 100.000 = 20%

Esto significa que tu capital creció un 20% en el año.

Si todas las alternativas externas rinden menos que eso, tu empresa es una buena inversión. Si rinden más… no.

Por qué el ROE es tan importante

Muchos emprendedores se enfocan en:

• Vender más.

• Crecer.

• Facturar.

• Ampliar equipos.

• Expandirse.

Pero el crecimiento no siempre implica creación de valor. El ROE te obliga a mirarte como inversionista, no solo como operador.

Un negocio puede:

• Ser grande y no ser rentable.

• Tener muchas ventas y dejar poca ganancia.

• Crecer rápido pero destruir capital en el proceso.

📉 Errores más comunes al analizar el ROE

1️⃣ Confundir ROE con margen o rentabilidad de ventas

El ROE no mide ventas. No importa cuánto facturás, importa cuánto valor creás para los dueños. Es un error común creer que tener “buen margen” significa tener buen ROE. Podés tener márgenes altos y aun así obtener un ROE bajo si tu estructura de capital es ineficiente.

2️⃣ No considerar el efecto del endeudamiento

Si te apalancás demasiado, el ROE puede verse inflado artificialmente.

Ejemplo: Una empresa con poca plata propia y mucha deuda puede mostrar un ROE alto… pero estar al borde de romperse financieramente. Un buen ROE con estructura frágil no es sostenible.

3️⃣ Usar el ROE sin compararlo con alternativas

El ROE no tiene sentido aislado. Siempre debe compararse con:

• Tasas de inversión del mercado.

• Fondos comunes.

• Bonos.

• Plazo fijo.

• Incluso con la inflación real.

Si tu ROE es 8% y un plazo fijo rinde 10%, estás perdiendo dinero sin darte cuenta. Si tu empresa rinde menos que el mercado, tu tiempo y esfuerzo están mal invertidos.

¿Cuál es un buen ROE?

Depende del país, la industria y el riesgo. Pero como regla general:

• Menos del 10%: insuficiente, estás perdiendo oportunidades.

• Entre 10% y 20%: aceptable para la mayoría de las pymes.

• Más del 20%: excelente, la gestión está generando valor real.

Lo importante no es solo el número, sino su tendencia: ¿sube? ¿baja? ¿se mantiene? ¿es sostenible?

Cómo mejorar el ROE de tu negocio

1. Aumentá márgenes sin subir costos fijos.

2. Reducí inversiones improductivas.

3. Evitá sobreapalancarte (y también el extremo opuesto: no usar ninguna deuda).

4. Focalizate en productos o servicios de mayor retorno.

5. Revisá trimestralmente tu utilidad neta y tu patrimonio.

Un pequeño ajuste en gestión puede multiplicar tu ROE.

Conclusión

El ROE es un indicador que te dice la verdad incómoda: ¿tu negocio vale la pena o solo te da trabajo?

Si el rendimiento de tu empresa es menor al que podrías obtener afuera sin esfuerzo… estás destruyendo valor sin darte cuenta. Empezá a medirlo, compararlo y usarlo para decidir.

Tu rol como emprendedor no es solo operar, sino también invertir inteligentemente tu propio capital.